11 may 2011

Go cain

- ¿Lo recuerdas?
- ¿El qué?
- La noche de la sombrilla.
- Es difícil olvidar algo así, a veces intento convencerme de que no pasó.
- Ibas descalza.
- Había perdido los zapatos en el muelle.
- Me perdonaste. Fuiste la única que me perdonó.
- Me sentía culpable.
- Ya pero, me perdonaste. Te acercaste, te sentaste junto a mí y te quedaste callada. No sabía qué decir, me había comportado como un gilipollas.
- Te pusiste a llorar.
- Y tú me abrazaste.
- Lo necesitabas.
- Pero no me lo merecía.
- Fuiste un completo capullo, pero te arrepentías. Todos nos equivocamos, no eras el primero en hacer una gilipollez, menos aún durante esos días, que todo se nos fue de las manos.
- ¿Sabes? En ese momento me dí cuenta de por qué valías tanto para ellos. Me dí cuenta de que eras una tía legal, que sabías reaccionar cuando alguien la cagaba.
- ¿Que sabía reaccionar...? Qué va, me sacó por completo de mis casillas.
- Sí, pero se te pasó, mantuviste la calma, y viniste a perdonarme.
- Pero no era yo quien te tenía que perdonar.
- Lo sé, pero tú me diste la fuerza para hacerlo.

1 comentario: