Una propuesta indecente. Eso es lo único que tengo pendiente contigo. Ese es el motivo de este silencio. Este quiero y no se cómo moverlo. Este no tener palabras. Este solo pensar en actos.
¿Acaso es normal?
Despertaste el deseo desde el primer momento en que te ví llegar. Destapaste sentimientos que creía olvidados. Los guardé, traté obviarlos, apartarlos de mí. Supe que cada día se harían más intensos, más rebeldes. Los mantuve bajo llave durante estos largos años. Y ahora tú decides qué hacer con ellos. Sin preguntar. Osando por encima de todo lo que soy.
¿Acaso debo dejarte?
Tendré que borrar este pensamiento. Tendré que empezar a actuar. Desaparecer, quizás. Volver a tu tierra. Pisar. Con fuerza. Aplastar. Ahogarme en tu mar.
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