Itziar guardó sus recuerdos en una caja llena de purpurina.
No soportaba la purpurina, nunca le había gustado.
Era el único modo de no tener acceso al pasado que aún dolía.
Pasado, presente, futuro: el tiempo no es solo eso. El tiempo no son segundos, minutos, horas; el tiempo es darte cuenta de que te has curado, de que no te aterroriza recordar. El tiempo son momentos, golpes, sonrisas, niños corriendo por la calle.
Entonces pensé.
Yo tambien quiero guardar mis recuerdos. Pero en arena. La purpurina no me molesta. La arena me da tiricia. Asique tengo que guardar mis recuerdos, envalarlos, no poder volver a cogerlos, a mirarlos, a que me puedan hacer daño. Recolectarlos y volver a mirar al frente. Y sé que no será fácil, sé que querré voltear los ojos y vislumbrar el pasado durante un breve instante, rememorar un 1999 que me derrumbó. Pero tendré que ser valiente.
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