en la dulce soledad de este campo de otoño.
No hay momentos de sosiego.
Rebeldía pura de amores, sin amores.
Ilusiones puras y puros conformismos,
intentando levantar el espíritu nostálgico
de querer estar contigo, y nunca estarlo.
Volverás de vez en cuando a estas tierras agrietadas,
y verás de nuevo a quien te ama borracho;
borracho de amores y libertades.
Y también de vinos por olvidarte,
borracho...
Y si surgen saludos o palabras
tal vez notes la dureza de mi estilo
queriendo no herirte en nada,
y en mi soledad sólo herirme yo mismo.
Y verás sin duda el resurgir poderoso del guerrero,
sin miedo a leyes ni a nostalgias.
Y lo verás caer una y mil veces y levantarse de nuevo,
con la pura bandera de su raza.
Soledad de amores triste y pura,
soledad de amores... y locura.
Chinato.
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