Es difícil. Es difícil mirar al pasado y que no duela. Los momentos, las anécdotas, todas aquellas cosas que nos dijimos, los sueños, los planes. Ahora todo ha de quedarse atrás, en algún lugar de la memoria.
Esta vez lo escribiré, lo plasmaré todo en un cuaderno en lugar de esconderlo en una maleta roja bajo la cama. Describiré lo alucinante que fue, le daré la intensidad que tuvo. Y cuando termine, me preguntaré si vale la pena publicarlo... o quemarlo.
Es genial..que de historias y sueños he escondido yo tb en mi maleta roja..que también guardo bajo la cama
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