Se esfumaron las noches en tu piso, las llamadas de "te paso a buscar". Se fue el verano y el mar. Se apagaron la emoción y las ganas. Porque si ni yo contigo ni tú conmigo, ¿qué más me da? Pasó tu pelo y tu lunar.
Y aunque siga suspirando por algo que no era cierto,
me lo dicen en los bares, es algo que llevas dentro:
que no dejas que te quieran, solo quieres que te abracen.
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