20 ene 2013

wonderwall

Nadie tiene el corazón tan grande como Ernesto. Ni siquiera yo.
Es curioso lo injusto y autodestructivo que puede llegar a ser el amor.

Supongo que el chico de la guitarra y yo nos destruímos el uno al otro. Quizás porque era difícil lidiar con alguien tan desequilibrado como yo, o porque parecía imposible polemizar su concepto de la lealtad. O quizás, simplemente, fue porque nunca antes habíamos estado enamorados.

Dicen que asumir un sentimiento tan potente y devastador es sencillo, pero no es nada fácil. No basta con sentirlo, hay que oírlo: hacerse pequeña, frágil y reconocerlo.

is swallowing me whole

Lo peor de la fuerza de voluntad es la recaída.
El momento en el que flaqueas, en el que un chasquido en mitad de la noche, un golpe seco en la oscuridad, hace que todo se tuerza. Y ni siquiera eres capaz de oponer resistencia.

Me estremece el falso sentimiento de valentía.


aporías y complejidades, I

- No entiendo por qué tienes tantos problemas para ligar con las tías...
- Pues porque a mí no me pone la chavala de la micro-minifalda que baila con sus amigas pretendiendo se el centro del universo. A mí me mola la pava de los pantalones ceñidos que hace el paso ese de agarrarse la pierna por el tobillo a lo Steve Urkell.
- Y, ¿eso qué tiene que ver?
- Pues que, a la primera, con echarle una mirada y pegarte a bailar, lo tienes todo ganado. Pero con la segunda tienes que inventarte algo ingenioso para hacerla reír. Y no sabes lo jodido que es eso.

¿qué ha sido de la ontología?

Tal y como decía mi profesor de Metafísica, Angel Luis Gonzalez, "el estudio del ser se ha olvidado de tal manera, que incluso hemos olvidado ese olvido".

He tardado casi dos años en comprender el verdadero significado de aquella frase para darme cuenta de que mi maestro estaba equivocado.

Cada vez que me siento a estudiar Historia de la Filosofía Antigua acabo cayendo en los caminos de la amargura por un motivo bien simple: todos esos "grandes" de las escuelas Jónica e Itálica me parecen ingenuos o, incluso, verdaderos mentecatos.

¿A qué viene eso de los pitagóricos de que el arjé está en los números? ¿Y la fijación de Anaxímenes con el aire? ¿Y esa casi adoración de Heráclito por el fuego? Y, ¿qué me dices del Poema de Parménides?

Entonces es cuando voy corriendo a mi padre y le digo aquello de "estos griegos no parecen tan listos", y él me contesta ese pétreo "es que lo miras con ojos occidentales, Martita".

Y he ahí la respuesta: la física atómica se ha comido a la ontología.

Por eso, quizás, no ha desaparecido el estudio del ser, sino que ha dado un paso tan grande que se ha visto obligado a abandonar la teoría filosófica para empezar su nueva carrera como posibilidad física.

Mi profesor se equivocaba; no hemos olvidado ese estudio, sino que se lo hemos cedido a aquellos que pueden, ahora, abarcarlo.

Si los pensadores antiguos estaban equivocados era sólo porque no tenian los medios para conocer ese mundo imperceptible de partículas atómicas y subatómicas.

¡Ay de nosotros si Aristóteles hubiera tenido un microscopio de efecto túnel!