30 dic 2010

Rumiar.

Y, ¿si me entran ganas de estar contigo y no estás aquí?
Y, ¿si no soy capaz de decir que te pienso?
Y, ¿si me arrepiento y me echo atrás?
Y, ¿si tan sólo eres un capricho más?

22 dic 2010

Cosas que no quise decirte.

Me has pillado dando vueltas al recuerdo,
contaminándome de soledad,
trazando un plan para querernos,
buscando fórmulas para escapar,
sintiendo el movimiento.

El vértigo es la ausencia de la paz...

Funambulista.

20 dic 2010

Des variaciones, una vez más.

Vamos a suponer una cosa. Digamos que me da por emborracharme hasta la muerte, sí, pillarme uno de esos ciegos que hacen afición, ¿va? Digamos que he perdido el norte y ahora también quiero perder la cabeza. Pongamos, así por poner, que tengo cierta tendencia a la ansiedad (en estos días, claro), y que me apetece volcarme en la música que no me hace pensar.
Propongamos un derrame cerebral si hace falta.
Hoy mi dignidad me la suda.

¡Camarero! ¡Una de amnesia con hielo!

19 dic 2010

Recomendaciones.


La GKo es un pequeño mundo del artista.
Más allá de una galería de arte es un lugar donde reflexionar sobre los sueños. Todos tenemos aspiraciones, pero son pocos los que dan pie y las ponen en marcha. La GKo es un gran ejemplo. Sobretodo habiendo tenido las agallas de iniciarse en una localidad perdida en el valle del río Oria, provincia de Guipúzcoa, de unos 18.ooo habitantes.

Tolosa es pequeño y tiene un encanto peculiar, pero sorprende encontrar un local tan moderno en un lugar tan humilde. Lo cual convierte a la GKo en un cosmos inquietante merecedor de una visita. Amplia y ordenada en el desorden, no pasa desapercibida.
Acoge el arte en todos sus posibles sentidos, desde lo más suburbano a lo más cosmopolita, desde cuadros hasta fotos, pasando por skates, tablas de surf y cámaras polaroid. Pero lo mejor que tiene, como diría mi mejor amigo, es el buen rollo que transmite.
La galería es joven y artífice, está viva y siempre en movimiento. Incluso cuando está cerrada, es inevitable acercarse a los escaparates y echar una ojeada al interior.



13 dic 2010

On my mind.

Sólo eres un nombre, una palabra, menos de nueve letras.
Sólo eres un deseo que se me antoja, una parte de mí que desconozco.
Y esta mañana rota en rosas y naranjas, en amanecer impaciente.
Un día menos para verte. Un día más para recrearme en la ansiedad.

11 dic 2010

Insanity.

"No tienes las cosas claras". Pero es que quizás no me apetece tenerlas. Por lo menos, no todas. Porque, si de algo estoy segura, es de que no él no conjuga conmigo. Me gusta demasiado el movimiento, la alteración, las alturas. No logro quedarme quieta cuando hay algo que me empuja, que me toca dentro. Hondo. Profundo. Intenso. Mi vida es un barranco, no puedo negarlo. Pero quizás así es como me va hacer las cosas. Desmoronándome, cayendo hasta lo más bajo. Retomando el equilibrio, poniéndole ansias a la eterna subida. Aunque no alcance la cima. Quién sabe qué hay en ella. Quizás lo que más anhelo esté a medio camino, esperando a que colisione con ello. Puede que ya me lo haya cruzado, que lo haya visto pasar, lejano, mientras me agarraba a una piedra más firme. No lo sé, y no me importa. No me gusta tener las cosas claras. La penumbra, la tiniebla, son lo que verdaderamente me motiva. La felicidad se me ha quedado anticuada, está en algún lugar de este precipicio, en un sitio concreto. Prefiero la plenitud, que no se esconde, que aparece cuando menos te lo esperas. Al fin y al cabo, está en todas partes.

7 dic 2010

Diaro de abordo.


Si pudieras pedir un deseo, un único deseo; si pudieras volver a un lugar, a un momento, y tener la oportunidad de vivirlo intensamente; no de cambiar algo, sino de vivirlo al máximo, sentir de nuevo esa emoción, esa... felicidad... ¿dónde irías? ¿Cuál sería tu deseo?

3 dic 2010

Recuerdos en clave de nostalgia alegre.

No sé cómo lo hacíamos, pero era nuestro pequeño mundo.
Me enseñaste a soñar, ¿sabes? Me diste el valor que me faltaba para agarrar mis ideales. Aprendí que todos tenemos algo por lo que luchar, algo que defender. Que si no sientes pasión estas muerto. Que una vida sin dolor no es una vida. Que la felicidad se mide a ratos y solo en base a la tristeza. Le diste la vuelta a todo, conseguiste convertir lo amargo en dulce. Agarraste mi mano y tiraste de ella sin saber hasta dónde podíamos llegar. Y volamos alto. Sin rumbo. Siempre sin rumbo. Compartiendo cigarros en la cama y pensamientos en el café. Yo escribía, tú pintabas. Nos dejábamos llevar por la madrugada. Y ese amanecer a tu lado. Ese fantástico amanecer a tu lado. Desnuda pero arropada. Cubierta de tu olor. Nuestro olor. Aquellas mañanas era yo, sin dudas ni complejos. Era yo en mi más sincera forma. Era yo, contigo.