28 feb 2011

Piesdescalzos

Soy la clase de persona que jamás se clasificaría dentro de un prototipo. Soy un fallo cronológico en el cuaderno de alguien. Soy un error de cálculo en una ecuación que tiende a infinito. Soy una borrachera de miércoles, una resaca de domingo, la monotonía de un lunes. Soy un tatuaje por hacer, un vicio por quitar, algunos kilos de más. Soy un edredón en día de lluvia, unas wayfarer con trasnoche, una cajetilla de Lucky. Soy una foto desenfocada, un cuaderno de notas, un billete de ida y vuelta a cualquier lugar. Soy un cuerpo empapado en sal tumbado sobre las tablas del Club. Soy siete pulseras de plata, un par de vaqueros y una camiseta mancha de café. Soy unos pies descalzos.

27 feb 2011

I wanna get stoned and trip some wires

Estoy convencida de que mi problema con los estupefacientes (o mis pocas ganas de fumar canutos; a las cosas por su nombre) radica en que tengo una concepción distinta a la del resto de la gente de mi edad. Cuando dices hachis, marihuana, polen, hierba, cannabis, lo más probable es que la primera imagen que aparezca en tu cabeza sea un Bob Marley rastafari tirado en un sillón puff con una humareda densa al rededor. O quizás una playa en la costa jamaicana o un Coffee Shop de Amsterdam. Aunque también existan ciertas variantes que tienden hacia música reggae en general o conciertos de rock español en explanadas de polvo de arena.

Mi palabra es "breath", y para nada viene a mi de un modo aleatorio. Se trata del primer track del LP de 45 revoluciones de Pink Floyd, The Dark Side of the Moon. Traducida de modo figurativo significa "aliento", (al contrario del literal: "respira"). Siempre he creído en ella como un sonido nuevo, diferente; un paso hacia otro mundo. Y eso es, precisamente, lo que siento cuando voy desproporcionadamente colocada. Me hundo en una burbuja psicodélica que se acerca más al movimiento beat que al rastafari.

Para los ariscos hacia el rock sinfónico de los británicos, tengo una segunda opción: Butcher Blues, de Kasabian (http://www.youtube.com/watch?v=o-EJ0GyfjnU). Es imposible resistirse a ese bajo cuando estás inmerso en un chute de droga narcótica.

Variables y constantes

Me parece asombrosa la capacidad que tenemos para reinventarnos. Lo diferente que puede sonar una canción tras tanto tiempo sin escucharla, o la cantidad de interpretaciones que puede adquirir un libro a lo largo de los años. También, la variabilidad de un estado de ánimo, o los cambios de parecer.

Releer líneas que dejaste atrás, mirar al pasado y comprender cosas que jamás llegaste a plantearte, ahí, en aquel momento. ¿No es curioso reconocer que hay situaciones que solo logras entender cuando, pasado un tiempo, te ocurren? Darse cuenta de que ciertas personas marcaran el curso de tu existencia, de que tu vida viene con banda sonora incluida. Música que pusiste o pusieron. Una eternidad de melodías que irán transformándose y transformándote. Y, sin embargo, siempre habrá una constante, un algo dentro de ti que, por alguna extraña razón, quedará inmutable, fijo, permanente.

26 feb 2011

Vivir para comprender

Quizás es que no quiero estar a salvo.
Quizás quiero esos problemas,
ese sabor amargo que revive la emoción.

23 feb 2011

Y será nieve

¿Cómo va todo por ahí?
Aquí no para de llover.

Estoy encallada

Mi incoherente falta de inspiración me tiene frustrada y no tengo a quién o a qué echarle la culpa. Me sobran palabras y me faltan frases, me cuesta encajarlas. Por las noches cigarrillos que parecen no servir de nada más allá que de anfetamina para el pensamiento, que no deja de dar vueltas, que no para de... pues eso, pensar, cavilar, divagar. Intenta difuminar el valor del recuerdo.

22 feb 2011

Reducirlo a cenizas.

Es difícil. Es difícil mirar al pasado y que no duela. Los momentos, las anécdotas, todas aquellas cosas que nos dijimos, los sueños, los planes. Ahora todo ha de quedarse atrás, en algún lugar de la memoria.

Esta vez lo escribiré, lo plasmaré todo en un cuaderno en lugar de esconderlo en una maleta roja bajo la cama. Describiré lo alucinante que fue, le daré la intensidad que tuvo. Y cuando termine, me preguntaré si vale la pena publicarlo... o quemarlo.

18 feb 2011

No más tabú.

El sexo es mucho más que una falda corta y unos tacones altos. El sexo es una mañana de sol o una tarde de frío; es la música que da sentido al deseo. El sexo es más que una cara o un cuerpo, es la atracción incoherente, el impulso impaciente. Sexo es descubrir a otro, descubrirse a sí mismo, vagabundear por límites desconocidos; es un colchón o una mesa o un campo de trigo en plena lluvia. Sexo es divagación, placer y plenitud. ¿Por qué tanto tabú ante un acto tan sumamente sublime?

Pasiones

Sabemos que la amistad vale mucho más que el amor y, sin embargo, siempre apostamos por lo segundo. Quizás lo que nos guía es el saber que los cercanos siempre estarán ahí acompañándonos, pase lo que pase, y que, al contrario, la persona amada se esfumará, se irá con el viento. Quizás el dilema reside en no saber qué escoger y dejarnos llevar por los sentimientos momentáneos en lugar de dar preferiencia a lo inamovible.

Yo misma, yo sola, aprendí a dejarme llevar por el corazón, porque aunque me lleve por caminos incorrectos, aunque logre romperme el alma en mil pedazos, siempre tendré la sensación de estar escogiendo bien. Porque el idioma de la emoción es más potente y menos claro. Y la oscuridad va ligada al deseo, y el deseo no es nada sin pasión, y la pasión es vida.

15 feb 2011

De una vida de desastres

http://www.youtube.com/watch?v=enkCVmHDc-g

Y ahora compartirmos noches con el primero que pasa. Y abrazamos las cucharas para ver si alguna encaja. Y si trae comida china el chino del oso panda, de repente se me enfría, y el arroz se me atraganta...

14 feb 2011

Cerrar círculos.

Llenó las dos copas de vino hasta la mitad. El líquido rojo se tambaleaba como un pequeño mar encerrado en cristal. Se acercaba el final, aunque Enrique aún no era consciente. Diana, sin embargo, al alcanzarle el vaso que le correspondía, repasó mentalmente cómo haría para abandonarle.

La maleta roja aguardaba bajo la cama, y los recuerdos inundaban cada pensamiento de la mujer morena y cansada. Escoger el día de su décimo aniversario le parecía curioso, sentía que estaba cerrando un círculo, una historia.

Quizás, si Enrique hubiera llegado a tiempo, ella no estaría preparando una huída. Pero, ¿qué sentido tenía continuar junto a una persona que ya no le aportaba nada? No quedaba amor, no quedaba cariño. Ni siquiera había besos,no. Ya no había ganas. Tan sólo vino en su boca, bajando por su sangre, enfriando el deseo, aportándole el impulso para marcharse.

10 feb 2011

Abrazado a la tristeza.

Soledad que te pegas a mi alma,
en la dulce soledad de este campo de otoño.
No hay momentos de sosiego.
Rebeldía pura de amores, sin amores.

Ilusiones puras y puros conformismos,
intentando levantar el espíritu nostálgico
de querer estar contigo, y nunca estarlo.

Volverás de vez en cuando a estas tierras agrietadas,
y verás de nuevo a quien te ama borracho;
borracho de amores y libertades.
Y también de vinos por olvidarte,
borracho...

Y si surgen saludos o palabras
tal vez notes la dureza de mi estilo
queriendo no herirte en nada,
y en mi soledad sólo herirme yo mismo.

Y verás sin duda el resurgir poderoso del guerrero,
sin miedo a leyes ni a nostalgias.
Y lo verás caer una y mil veces y levantarse de nuevo,
con la pura bandera de su raza.

Soledad de amores triste y pura,
soledad de amores... y locura.

Chinato.

Parezco tonta.

Mandarinas. Comencé a comprar mandarinas desde que nos despedimos, desde que me apeteció una en tu casa, a la una de la madrugada, viendo una película de terror. Las mandarinas siempre han tenido mucho de mi infancia, de aquel lugar en el sur. Son un reflejo de los veranos que he pasado sentada al sol, pelándolas, disfrutando de ese sonido peculiar que se produce al despegar los gajos.

Nunca antes había comprado mandarinas. Aunque, bueno, nunca antes había vivido sola y me había visto obligada a autoalimentarme. Pero supongo que lo mágico de todo esto es que, probablemente, de no haberte pedido una en aquel momento, jamás se me habría ocurrido comprar una maya de mandarinas.

Y las como de dos en dos, como solías hacer tú.
Y las como, pensando en ti, sonriendo.

8 feb 2011

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No sabía que pudieras doler tanto. Que un "no" de tu boca equivalía a mil "nos" de mi madre. Que la desesperación estaba tan cerca de la felicidad cuando esperaba una respuesta.

Don't BOTHER.

For you I'd give up all I own
and move to a communist country,
if you came with me, of course.
And I'd file my nails,
so they don't heart you.
Lose those pounds,
and learn about footbal.

If it made you stay... but you won't.

Amor en cuentakilómetros.

El problema de las relaciones es que son como un coche.
Puedes acelerar e ir a tope, alanzar los 120, los 150, y si la cosa se pone turbia, el freno cumple con su deber. A veces de modo gradual, otras en seco. Incluso siempre quedará el freno de mano. Puedes disfrutar de kilómetros y kilómetros porque, si te quedas sin gasolina, el remedio está en estacionar y poner más.
Pero, en ocasiones, todo falla, y es tal la velocidad que no hay modo de pararlo y te estrellas, o no calculas bien y te quedas tirado en medio de la carretera cuando la gasolinera más cercana está a 300 millas.

6 feb 2011

The Dreamers


- Estás borracho...
- Sí, lo estoy. Y tú preciosa. Pero por la mañana, yo estaré sobrio,... y tú seguirás siendo preciosa.

2 feb 2011

Toda una ironía.

- Muchas veces, mientras estoy leyendo alguno de los cuadernos de Metafísica pienso: "pero, esto, ¿a quién cojones le importa?". Luego me doy cuenta de que, vaya, a mí me importa. Creo que mi propia carrera me hace sentir un poco gilipollas al mismo tiempo que me demuestra que tengo un ansia insaciable por saber.

Love on a train.

http://www.youtube.com/watch?v=fh0hO1O1-gw

"I could be dead in a second.
Everything is so fragile, didn't you realise that?
We were special..."

La adversidad.

Estaba enamorado de ella y no era capaz de verlo. Se negaba a reconocer que todos aquellos meses, todas esas caricias, cada una de las lluvias de palabras en mitad de la madrugada, habían cambiado algo en él. No se lo permitía. O quizás no se daba cuenta.
Su pelo, el humo de su tabaco, su constante verborrea. Ahora formaban parte de un tramo de su vida. Conocía su sonrisa en formato felicidad y sentía debilidad por esa mirada. Esa que ella le regalaba cuando creía que él no miraba. La misma que le aportaba paz, calma, tranquilidad. Sólo bajo esa mirada las cosas tenían sentido. Pero no podía sucumbir al efecto narcótico del amor que esa mujer trataba de infundarle, llegando casi a alcanzarlo de vez en cuando. Daba miedo ver cómo la única persona que era experta en hacerle feliz, era la misma que podía derrumbar su vida con un gesto, con una palabra.
Era la suerte de haberla encontrado y la desgracia de ser capaz de perderla.

Una pieza fundamental en mi vida.

Cuando no queda nada, cuando todos ya se han ido, cuando no sé con quién contar, cuando tengo algo que compartir, cuando se me ocurre una locura, cuando quiero largarme de viaje, cuando sucede una tontería, cuando todo se complica. Entonces, está él.